Como en las conmovedoras páginas de Dee Brow que narran el trágico destino de aquellos pueblos,uno puede igualmente preguntarse en nuestros días: ¿Qué fue de los amables y pacíficos lacayos que recibieron a Colón y su abigarrada marinería en Guanahaní, aquella gente "harto mansa que todo daban por cualquier cosa que se les diese"?. Dónde están hoy los taínos-arawacos de Haití-Quisqueya, los de Borinquen y de Cuba que pensaron alguna vez que tales rufianes eran hijos del cielo?. Dónde los siboneyes?. Dónde los caribes de las islas del Este? Dónde los taironas de las orillas de la Sierra de Santa Marta?.
"SOLO EL VIENTO, QUE ARRASTRÓ SUS CENIZAS DEBE SABERLO"
Paulina de Diaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario